El post está atrasado, a propósito.*
Yo estoy a favor del 14 de febrero, de la faramaya alrededor del Día del Amor y la Amistad. No me importa mucho que sea un festejo prefabricado, una festividad convenientemente ubicada en una época del año que de otra forma probablemente estaría muerta para las industrias del dulce, el chocolate y las flores (mencionaría los hoteles de paso, pero esos siempre tienen clientela, supongo).
Pero también estoy a favor de que festejar ese día no es una obligación. Lo que sí es obligación moral es apreciar a quienes amamos, aquellos con quienes compartimos la vida, también el 15 y el 16 y el 17 de todos los meses.
Por cierto, también estoy orgulloso de ser mexicano aunque no sea 16 de septiembre. También quiero armonía en el mundo, si bien no está de moda poner arbolitos.
Si usamos una fecha en particular para darle realce a esa parte de nuestras vidas, está bien. Para mí, ello no implica que exclusivamente ese día tendré que regalar globos rojos o chocolates.
Además, las tradiciones pueden ser divertidas. En Japón la costumbre es que las mujeres regalan a los hombres, y no al revés. Regalan específicamente chocolates, y si dicha confitura es para expresar amor, la muchacha seguramente lo habrá hecho con sus propias manitas.
Los chocolates de Hiroko, por cierto, rifan y controlan.
* Algún pretexto tenía que poner, ¿no?
1 comentario:
hommei choco FTW!
¿Qué regalarás el 14 de marzo?
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