O al menos el disco duro.
Ayer la vi nacer. Tras una rápida lobotomía-cesárea, el nuevo disco duro fue formateado. Cuatro particiones: una para el sistema, otra para swap y otras dos, grandes, para datos.
Mi sistema vio la luz con Windows XP Professional – sí, adiós a mi Media Center Edition que, debo decirlo, me gustaba, si acaso era solo por sus colores shiny. Pero era rápida y activa, ella, como un infante, toda tierna con su resolución de 640 x 480. Todo un mundo de posibilidades.
Comencé a bajar los drivers necesarios y así comenzó a conocerse a sí misma. Primero, el de wireless, y así pude “destetarla” de su conexión vía ethernet. Con el driver de video llegó la resolución de 1280x800 que la hace lucir como toda una adolescente – parece lista para conquistar el mundo, pero aún le falta mucho por aprender.
Hoy por hoy, ya tiene sus antivirus y antispyware. Las particiones fueron optimizadas (10 Mb es demasiado poco para sistema y programas, y la partición de swap es innecesaria en Windows). Ahora tiene su Office y los programas gratuitos de Windows Live, como el Writer, con el que escribo este post. Explorer 7 convive al lado de Firefox y de Opera. Ha llegado a la mayoría de edad… y aún conserva su inocente wallpaper del campo verde.
Sí, estoy orgulloso de ella. Cuidaré que no envejezca y se corrompa de nuevo… o al menos, que lo haga tan rápido.
1 comentario:
Live Writer rocks, yo también lo uso.
Suena como si la compu hubiera pasado por todo un proceso de ave fénix!
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