Al volver a subir en la estación Aveblog... no me di cuenta de que me había subido en el tren de regreso, sino hasta que volví a llegar a Memories of a Camera. Ahí vi un letrero como estos:
Decidí, en vez de volver a Sgenius y explorar el otro lado de la línea, bajarme y averiguar qué es "Correspondencia". Ahora creo que signfica que esto es una red de trenes. Es decir, no hay una sola línea. Aparentemente, esta estación es de transferencia: hay chance de subirse a otra línea. Así que recorrí los pasillos para llegar al otro andén, que resultó ser subterráneo.
La siguiente estación en la línea 2, la línea verde, se llama Baka Neko. Como la estación es bajo tierra, bueno, veo pasillos y una arquitectura un tanto uniforme, modernista. Lo que sí noto es que el ambiente de Memories of a Camera tiene una especie de continuidad aquí... aunque diferente. Para empezar, vuelvo a ver pósters en las paredes; son trazos a lápiz, de un estilo un tanto más rudo... son divertidas. No hay mucha gente aquí tampoco.
Cuando salgo, me doy cuenta de que aquí a la gente le gustan mucho los afros (deben estar de moda)... veo algunos que son realmente gigantescos... whoa! Otra cosa que abunda, son los gatos. Andan por doquier, por todos lados; a la gente no parece ni incomodarle ni extrañarle que haya tantos felinos correteando por entre sus piernas, durmiendo en las esquinas, junto a los edificios; algunos incluso saltan de rama en rama y terminan aterrizando en la cabeza de alguien - que, como tiene un afro, ni lo siente. Alguien me explica que los afros son precisamente para eso. Aparentemente este es el lugar de los gatos.
Veo muchos cines también; también proyectan manga y animé. (Espero que ese dinosaurio loco no ande por aquí)... Sin embargo, acá no hay parque; más bien la onda es urbana y un tanto... oscura; sin embargo, de alguna manera no causa miedo, sino más bien se siente artístico. Obviamente, con esta combinación de factores, el grafitti no se hace esperar, al igual que los arcades y los cafés internet con muchos morros jugando un juego que dicen que se llama Ragnarok Online; de hecho hay mucha gente en un local, donde parece que hay un torneo. Muchos afros frente a computadoras; algunos incluso sueltan maldiciones en inglés cuando sus personajes son destruidos U_U'.
Más adelante, un chico con afro tiene unos controles en la mano. Presiona "play" en un boom box. Al hacerlo, me doy cuenta de que controla los focos de toda una casa... el morro luce ensimismado. Hay toda una cultura del entretenimiento y de los videojuegos por acá. ¡Qué bonita es la juventud!
De vuelta a la estación, un letrero de la WWF que dice "¡Salven a los pandas!" ha sido tachado y se le ha encimado la palabra "NO" en graffiti rojo. Es el primer signo de violencia que veo por aquí... aunque nadie parece incomodarse. De hecho un chico de afro multicolor, con una guitarra eléctrica en el costado, es quien acaba de pintarlo (no se molesta en guardar la lata). "¿Por qué hiciste eso?", le pregunto. El muchacho es flaco y trae una camiseta negra. "No te awites, man... es por la música; ¡es por el bien de la música! ¡MUERA PANDA!" Se me queda mirando sonriendo, con ojos de histérico obsesivo.
Um... tiempo de irnos de aquí. Hacia el otro lado, tal vez.
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