Es como una corona que te cierra la cabeza, te agobia y te jode poco a poco.
Sabes que te va a dar si te malpasas un poco más de la cuenta, sea durmiendo o comiendo. Entonces comienza como un pequeño dolorcillo con el que se puede sobrevivir; tal vez como una especie de entumecimiento... que si sacudes la cabeza, ahí está ya, lista para atacarte.
La migraña es horrible. Mi mamá la padece y me la heredó. Hoy mi mamá está acostada, presa de un ataque; tenía una faz de desánimo cuando se fue a la cama. Yo me la calmo con ketorolaco (ahorita me tomé una pastilla; tuve que ir a la farmacia por ella) pero la verdad no tengo ganas de trabajar. Aunque debo hacerlo... mis clientes ya me llaman.
Chanfles. A veces no es tan agradable no tener a quién delegarle las cosas U_U'...
1 comentario:
Esas pastillitas de ketorolaco.. son buenissiiimas..Ojalay que tu mama se mejore pronto.
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