En este día de la independencia, todos los que renegamos a diario del tráfico, la corrupción, los políticos, lo hundidos que estamos como país y de pasada seguimos tirando basura y pasándonos los semáforos en rojo, nos reunimos y, dejándonos llevar por la euforia popular, recordamos súbitamente que ser mexicano es un motivo de orgullo, por la sencilla razón de que aquí nacimos y todos lo forjamos.
Hoy es un magnífico día para hacer conciencia de que México, más que por 2 millones de km2 de territorio, está formado por la colectividad de casi 110 millones de mexicanos. Es buen momento para hacer hincapié en que si México está como está, así como nos quejamos de él a diario, es en primera y en última instancia por las acciones, la forma de ser y de interactuar de nosotros, los que lo formamos.
Si yo quiero un cambio, sea para donde sea, la manera de lograrlo comienza, por tanto, por mi propia manera de ser y de interactuar con mis compatriotas. De nosotros depende que ser mexicano sea sinónimo de progreso, cooperación, respeto y paz... o de lo que nosotros decidamos que lo sea.
La próxima vez que critiquemos a nuestra patria, recordemos el día de hoy, y que decir "Viva México", para el que ama a México, más que una exclamación de júbilo, es un compromiso que se vive día con día, no solo el 16 de septiembre.
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