29 ene 2006

Querido fin de semana:

Hola, soy Fernando. ¿Cómo estás?* Te escribo porque, a pesar de que usualmente me gustan los fines de semana, particularmente tú no me vas gustando hasta el momento. ¿Que por qué? Bueno, déjame contarte un poco.

El viernes, yo estaba muy a gusto aquí, en mi oficina, desde donde te escribo. Todo había salido muy bien el jueves con mi junta de trabajo, pero tuvo que temblar, ¿verdad? Y ahí estoy yo, todo paniqueado, al igual que gran parte de la población de Chicalitown. De seguro eras tú que ya te veías venir. Pero bueno, esa te la paso porque el jueves, como sea, sigue siendo entre semana.

Prosigo. El viernes... con un carajo, el viernes. ¿Para qué me haces ir al curso? Aunque, es cierto: aprendí cosas valiosas y recuperé de lo que no vi el día anterior, que no fui (por preparar el material para mi junta). Bueno, debo admitir que el viernes no fue un mal día - al menos para mí, porque sé de varios amigos míos que no pueden decir lo mismo. Por ejemplo, un disco duro pasó las de Caín; me preparé para ir a arreglarlo, pero no fue necesario. Por otro lado, sin embargo, realmente quería acostarme, pero me quedé esperando a una amiga para que me dejara ciertas invitaciones... era la 1:00 am cuando determiné que no llegaría. Viernes malo, bad boy!

Hoy es sábado... bueno, realmente ya se acabó el sábado. Todo comienza relativamente bien. Pero ¿por qué me dejaste levantarme tan tarde? Tenía que estar en la agencia a las 9:00; eso es lo que prometí. No me gusta llegar tarde cuando se trata de trabajo: es una falta de compromiso, creo yo. Pero a esa hora el Fernando se viene levantando. Sábado malo: pudiste haber hecho cualquier cosa para levantarme... qué se yo, que se organizara un desfile enfrente de mi casa, que me llamaran por teléfono y tuviera que levantarme hasta la sala para contestar, incluso simplemente ganas de hacer pipí. Pero ni eso.

Al menos llegué a la agencia (como a las 10:45, shame on me) y pude desarrollar mi trabajo sin inconvenientes. Bueno, excepto que sin querer borré un par de correos que estaban en el mail queue - lo que significa que nunca llegarán a sus destinos. Oh damn... ahora que recuerdo, nunca les dije a los de la agencia... scheisse! ¡Sábado malo, malo! Ahora tendré que disculparme... eso no se hace en un servidor de producción...

Tout va bien afterall. Nada que no se pueda arreglar, ¿no? De modo que me dispuse a agarrar el router inalámbrico que compré en la Walmart de Calexico la semana pasada - otro que desde que lo compré solo ha demostrado ser útil para casi nada práctico, por lo que el gran plan para hoy era ir a devolverlo, y con la lana comprarme simplemente un access point, que es más sencillo - opción que descarté porque me sale ¡más caro! (Qué carajos.) Claro que ya era como la 1:30 pm o cosa por el estilo y la fila fue de 45 minutos con un calor de 32 grados (hey, se supone que es invierno).

Yo no sé si fuiste tú, o fue el router, o los dos. Total que combinaron sus efectos y para cuando iba llegando a la garita, ...


¿DONDE CARAJOS QUEDO MI VISA LASER?

Really, that was the point where my weekend really got fucked up. Te pasaste de lance. Apenas el fin de semana pasado lo usé y no hubo problema. Pero ¿dónde lo dejé? Ni siquiera hice grandes movimientos. Claro que en cuanto me di cuenta del problema, me puse a buscarlo como loco - dentro de la limitación de movimientos que le da a uno ir manejando - y nada, nada, nada. Los otros lugares más donde podría estar, pensé yo: en la chamarra que traía ese día, la verde, o bien en el pantalón... no, no, ese lo traigo puesto y no hay nada (damn!), o tirado en mi cuarto - que no tendría nada que hacer ahí porque *nunca* lo cargo en mi cartera; o acaso se cayó en mi casa o en la oficina o... en la Walmart. NO, tratemos de no pensar en eso... carajo, qué joda tener que esperar a llegar a la garita cuando ya sabes que lo único que hará es regresarte.

Y se portó amable, la señorita, hasta eso. Pero eso no me salvó de que me pusiera un papelito y me mandara a 2a. revisión; ahí un gringo gordo me pidió una identificación y fue, supongo, a revisar mis datos. Si fue a revisar mis datos es porque me tiene en una base de datos. Si me tiene en una base de datos seguro que saben que tengo visa. ¿Si saben que tengo visa por qué no me dejan pasar? Debo deshacerme de ese router del mal. Aunque, pensándolo bien, todo lo que me interesa es regresar a casa y buscar, buscar, buscar... ya oigo a mi madre decir, "¡Ay, hijo! Eso te pasa por descuidado! Bla bla bla..."

Dicho y hecho. Llegué directo a la oficina; no había nada, por supuesto. Entré frenéticamente a mi casa y mis padres estaban en el comedor: cuando mi mamá iba en el "Ay hijo", mi impulso fue: "Ah, no me regañen, por favor" (pero con tono de "¡con un carajo, como si ocupara más presión!") Acaso me pasé de lance, pero realmente no habría soportado una perorata en ese momento.

Y efectivamente, tampoco estuvo en mi cuarto, ni en mi ropa, ni tirado por ninguna parte. Pinche sábado, te pasaste de lance. Removí cada papel de mi escritorio, examiné por todos los rincones. Eso creo. Igual repasé todos los lugares donde realmente sería probable que estuviera. Huelga decir que hoy no trabajé gran cosa durante la tarde. De hecho, I slept out of frustration, aunque no sirvió de mucho: desperté y mi problema sigue ahí.

Ya es la una; no tengo sueño. El sábado se largó riéndose de mí. Hoy domingo tengo que ir a mediodía a Medalla y de nuevo en la tarde: las invitaciones que no me llegaron el viernes, fui hoy a recogerlas y debo entregarlas mañana. Eso si no las pierdo antes.

Pero, fin de semana, a pesar de todo esto, no quiero estar enojado contigo. ¿Te hice algo malo? ¿Es mi culpa, acaso? Si es así, o simplemente tenías ganas de joderte a alguien, mira, hagamos una cosa: mañana (o sea hoy), daré mi mejor esfuerzo para hacer mejor las cosas, para fijarme de dónde pongo los documentos importantes y para llegar a tiempo a mis compromisos. Pero si aún así sigues insistiendo en hacerme la vida de cuadritos, no me quedará otra cosa que hacer más que decirte públicamente en este blog: chinga tu madre.

Atentamente,

Fernando.


* Pregunta trivial y de mera cortesía: como ya se dieron cuenta, realmente yo ya sabía que mi fin de semana está, como ya se dijo antes, fucked up.

2 comentarios:

Mónica Román dijo...

calma sgenius, calma...espero que todo mejore hoy domingo.

:)

best wishes.

Anónimo dijo...

No quice hacerte rabiar... ¡Lo juro! ¿Por qué esperas tanto de mí?
si bien sabes que soy efímero.