¿Saben por qué hoy nadie en Méxicotrabajó, ni fue a la escuela? Nooo, no es el día de la constitución; cualquiera sabe que eso es el día cinco. Lo que pasa es que el día de hoy se festeja el
27o. aniversario del natalicio
de Fernando López
27o. aniversario del natalicio
de Fernando López
(Suddenly, sgenius' head, withholder of an overinflated ego, couldn't handle it anymore and bursted with a big POP!)
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Nah... ya en serio. Hoy es mi cumpleaños. Hoy me levanté, me miré al espejo y me di cuenta de que miraba a una persona que tiene veintiséis años. Un poquito más de bagaje: es como si hubiera transbordado; como si me estuviera bajando de un tren y subiéndome a otro. En estos días, sin embargo, quiero darme el lujo de disfrutar las amenidades de la estación de trenes: un poquito de festejo no le hace daño a nadie.
Este fin de semana, efectivamente, participé por primera vez como servidor en un retiro espiritual. Siendo de la comisión de servicios, me tocó ser el master de la escoba y el trapeador... bueno, no realmente el master, sino que estaba a las órdenes del coordinador de la comisión, Alex F. El retiro me sirvió para muchas cosas: para relajarme (y relajarme trabajando), para estirar un poquito los músculos y respirar algo de aire con mucha menos tierra, para convivir y conocer mejor a mis compañeros, los que integran la Pastoral Juvenil Diocesana y que apenas hace un mes me integré a sus filas (espero que ellos también hayan conocido algo de mí) y finalmente para ver a un retiro espiritual "desde el otro lado", desde el lado del que lo realiza, y darme cuenta de que ahí también puedes encontrar a Dios: un Dios que trabaja, que labora con gusto, con armonía; que tolera los desacuerdos y busca la unidad. Reflejos del Dios en quien creemos y por quien los cristianos deberíamos buscar vivir: esos son los frutos del trabajo de cada mañana, tarde y noche dedicados a El en este y todos los retiros. Esta fue mi experiencia, fue mi regalo de cumpleaños: una experiencia satisfactoria, un aprendizaje para la vida.
Anoche llegué a mi casa como a las 7:30, apenas a tiempo para descansar un poco, bañarme e ir con los del coro Angelus a la cena que organizaron en mi honor (eso quiero pensar ^_^ jaja!). Me dio mucho gusto encontrarme con mis amigos, en especial a algunos a los que hace tiempo que no veía y que son muy de mi estima. Lamentablemente no todos pudieron estar por ahí, pero no importa =). Regresé a casa contento y retacado de chinese food.
Tanta felicidad en tan pocos días, quizás, fueron los que hicieron que mi mente quisiera compensar - eso me pasa, es extraño - y fue curioso que amanecí llorando. En mi sueño, tenía una novia. Estaba plenamente enamorado; ella también lo estaba de mí. Ella era famosa: al parecer una estrella de cine o algo. Eso no importaba: lo que importaba es que, por ser tan famosa y estar tan ocupada, no podíamos encontrarnos para vernos. No podíamos planear ninguna fecha, ninguna actividad, nada. Era como tener mucha hambre y un platillo que sabes que es tuyo a 5 cm. frente a ti, y entre ambos un infranqueable muro de fuerte cristal... puedes oler el platillo, saborearlo, ver cómo se enfría porque tú no te lo comes, pero no puedes tomarlo y comerlo, aunque las ansias te devoran. Me desesperé y lloré, y en el llanto desperté, y todavía lloré unos minutos más.
Mi alarma sonó. Eran las 8. Anoche me había vencido el sueño (¡qué inusitado!) a las once: dormí nueve horas como un bebé. Deseoso de no encontrarme a mis papás todavía, esperé un poco, refugiado en mis pensamientos, antes de decidirme a ir al baño. Lo logré; todavía un poco perturbado de conciencia, agradecí al cielo que este año mis papás no me levantaron con esa vieja y bien conocida grabación de "Las Mañanitas".
Oops... de nuevo pensé muy rápido. (¿Alguna vez les han llevado serenata cuando están sentados/as en el excusado? It's really freakin' weird!)
Son las 10; ya desayuné y mi día ha comenzado bien. Mi papá ha pagado las placas del carro y dice que es mi regalo de cumpleaños (bastante bueno: me ahorró seiscientos pesos). Antes de salirme de casa para venir a la oficina y cargar el celular, me confesó que hay un segundo regalo: mis papás me han comprado una cama. Le agradezco mucho el detalle. Sin embargo, nunca podré comprender por qué mi papá ha preferido comprar una gran cama que aparte no era tan necesario que se reemplazara, pero le sigue pesando gastar en las medicinas para su mal del corazón o para aliviar a mi mamá de los suyos.
Es una paradoja. Por lo pronto, yo tengo 26 y una vida que sigue adelante. Un tren que marcha me está esperando para abordarlo: correr, no tengo de otra; he aprendido que la onda es así: o corres o el tren se marcha dejándote en el andén sin nada que festejar. Aunque siempre hay un siguiente. La onda, también, es saber qué tren abordar. =)
Me queda mucho por decir pero, igual, me queda también mucho por vivir... y a este día le faltan muchas horas. =)
Un abrazo y gracias a todos los que se acordaron, comenzando contigo, Señor.
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Nah... ya en serio. Hoy es mi cumpleaños. Hoy me levanté, me miré al espejo y me di cuenta de que miraba a una persona que tiene veintiséis años. Un poquito más de bagaje: es como si hubiera transbordado; como si me estuviera bajando de un tren y subiéndome a otro. En estos días, sin embargo, quiero darme el lujo de disfrutar las amenidades de la estación de trenes: un poquito de festejo no le hace daño a nadie.
Este fin de semana, efectivamente, participé por primera vez como servidor en un retiro espiritual. Siendo de la comisión de servicios, me tocó ser el master de la escoba y el trapeador... bueno, no realmente el master, sino que estaba a las órdenes del coordinador de la comisión, Alex F. El retiro me sirvió para muchas cosas: para relajarme (y relajarme trabajando), para estirar un poquito los músculos y respirar algo de aire con mucha menos tierra, para convivir y conocer mejor a mis compañeros, los que integran la Pastoral Juvenil Diocesana y que apenas hace un mes me integré a sus filas (espero que ellos también hayan conocido algo de mí) y finalmente para ver a un retiro espiritual "desde el otro lado", desde el lado del que lo realiza, y darme cuenta de que ahí también puedes encontrar a Dios: un Dios que trabaja, que labora con gusto, con armonía; que tolera los desacuerdos y busca la unidad. Reflejos del Dios en quien creemos y por quien los cristianos deberíamos buscar vivir: esos son los frutos del trabajo de cada mañana, tarde y noche dedicados a El en este y todos los retiros. Esta fue mi experiencia, fue mi regalo de cumpleaños: una experiencia satisfactoria, un aprendizaje para la vida.
Anoche llegué a mi casa como a las 7:30, apenas a tiempo para descansar un poco, bañarme e ir con los del coro Angelus a la cena que organizaron en mi honor (eso quiero pensar ^_^ jaja!). Me dio mucho gusto encontrarme con mis amigos, en especial a algunos a los que hace tiempo que no veía y que son muy de mi estima. Lamentablemente no todos pudieron estar por ahí, pero no importa =). Regresé a casa contento y retacado de chinese food.
Tanta felicidad en tan pocos días, quizás, fueron los que hicieron que mi mente quisiera compensar - eso me pasa, es extraño - y fue curioso que amanecí llorando. En mi sueño, tenía una novia. Estaba plenamente enamorado; ella también lo estaba de mí. Ella era famosa: al parecer una estrella de cine o algo. Eso no importaba: lo que importaba es que, por ser tan famosa y estar tan ocupada, no podíamos encontrarnos para vernos. No podíamos planear ninguna fecha, ninguna actividad, nada. Era como tener mucha hambre y un platillo que sabes que es tuyo a 5 cm. frente a ti, y entre ambos un infranqueable muro de fuerte cristal... puedes oler el platillo, saborearlo, ver cómo se enfría porque tú no te lo comes, pero no puedes tomarlo y comerlo, aunque las ansias te devoran. Me desesperé y lloré, y en el llanto desperté, y todavía lloré unos minutos más.
Mi alarma sonó. Eran las 8. Anoche me había vencido el sueño (¡qué inusitado!) a las once: dormí nueve horas como un bebé. Deseoso de no encontrarme a mis papás todavía, esperé un poco, refugiado en mis pensamientos, antes de decidirme a ir al baño. Lo logré; todavía un poco perturbado de conciencia, agradecí al cielo que este año mis papás no me levantaron con esa vieja y bien conocida grabación de "Las Mañanitas".
Oops... de nuevo pensé muy rápido. (¿Alguna vez les han llevado serenata cuando están sentados/as en el excusado? It's really freakin' weird!)
Son las 10; ya desayuné y mi día ha comenzado bien. Mi papá ha pagado las placas del carro y dice que es mi regalo de cumpleaños (bastante bueno: me ahorró seiscientos pesos). Antes de salirme de casa para venir a la oficina y cargar el celular, me confesó que hay un segundo regalo: mis papás me han comprado una cama. Le agradezco mucho el detalle. Sin embargo, nunca podré comprender por qué mi papá ha preferido comprar una gran cama que aparte no era tan necesario que se reemplazara, pero le sigue pesando gastar en las medicinas para su mal del corazón o para aliviar a mi mamá de los suyos.
Es una paradoja. Por lo pronto, yo tengo 26 y una vida que sigue adelante. Un tren que marcha me está esperando para abordarlo: correr, no tengo de otra; he aprendido que la onda es así: o corres o el tren se marcha dejándote en el andén sin nada que festejar. Aunque siempre hay un siguiente. La onda, también, es saber qué tren abordar. =)
Me queda mucho por decir pero, igual, me queda también mucho por vivir... y a este día le faltan muchas horas. =)
Un abrazo y gracias a todos los que se acordaron, comenzando contigo, Señor.
8 comentarios:
Feliz cumpleaños!!!!
Gracias por dejar un poco de tu tiempo en mi blog XD
Felicidades otra vez!!! =D (por que no tengo 18?... Por que??!?!?)
You're getting old!! =P =P
felicidades !
Happy B-day Fer-kun!
-ah, sí. Fe de erratas: aquí dice que es el 27o. aniversario de mi natalicio, pero debe decir que es el 26o. No edito el post porque me da flojera. Gracias por su atención. ^_^
[boooooooooooooooooom]
Entonces te felicitaré hasta el próximo año...
ey, perdon! yo no sabía!
feliz cumpleaños.
Feliz cumpleeeeee! Oie, entonces es el festejo No.27, sí 27 27 27, porque se festejó cuando naciste, ¿o no?
Así que no te quivocaste, mi querido sgenius.
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