Hoy me he sentido bien. Promedio. Lo más fuera de programa que hice hoy (y "fuera de programa" tampoco es la frase correcta) es ir a cantar en una misa, junto con Roberto y varios de mis amigos del coro. Y ya.
Me la he pasado trabajando tranquilamente, sin mucha presión, y bajando animé a lo bestia y apurando al eMule para que trabaje más pronto.
He estado un poco más con mis papás. Cada vez pienso más en la edad mía y en la de ellos. El fin de semana pasado me tocó, por vez primera, manejar para llevarlos a Calexico. Los papeles comienzan a invertirse. No soy expresivo con ellos; me pongo barreras que no estoy seguro de querer franquear. Pero no quiero lamentar no haber dicho cosas "cuando era el momento". La edad no perdona.
El jueves, sin embargo (¿o fue el viernes?) por la noche, dio la casualidad de que mi muy querida amiga Yadira vino y me habló para que fuera a que me diera el abrazo de cumple y un regalo de parte de su esposo Alberto y ella: un cojincito para descansar la muñeca al agarrar el mouse.
Está rico ^_^. Mi muñeca derecha lo agradece.
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Ayer vi, a fin de cuentas, una película que les recomiendo mucho: "Ciudad de Dios".
La película es brasileña y cuenta la historia real de un... digámoslo, sobreviviente de una de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro. Es una historia cruda, dramática, pero muy bien contada.
Por fin le puedo devolver la movie al Ing. Onigiri, que me la prestó hace como seis meses ^_^ jejeje...
3 comentarios:
Ah! qué buena película, las favelas y todo el rollo. Yo conocí a una persona que la secuestraron ahí, qué horror.
Oye, pues nomás dices y no la regresas :P
pero al menos no la he perdido :D jajaja! (autobombita)
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