Seré breve. Este es un relato pictórico desde el taxi que nos llevó de Gion al hotel, luego a la estación, al último ramen que apuradamente comimos antes de abordar el camión (estaba muy caliente), el autobús, el snack de medianoche (con el tendero que me vio cara de hispano y me dijo "gracias" y "adiós") y, por fin, la llegada a la casa de los suegros en Okayama y la mucha mucha comida del día siguiente.
1 comentario:
Me encantaaaaaaaaaaan tus posts!
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