Pues que los sentimientos son una montaña rusa: suben y bajan. Cuando se está enamorado, las subidas son muy pronunciadas y, por lo mismo, cuando hay una bajada, es casi en picado, aunque siempre está el enamoramiento que ayuda.
El amor es diferente. El amor no es un sentimiento, creo yo: es un estado del alma. Vivir enamorado y vivir en amor pueden ser cosas parecidas, tanto, que se confunden... pero son distintas. El enamoramiento se puede dar espontáneamente y acaba cuando se va el encanto de los primeros meses. El amor, en cambio, es una plantita que se siembra y se riega y cuida constantemente, con el mutuo entendimiento y conocimiento. El enamoramiento puede ayudar a crear amor; no es obligatorio que vayan juntos, pero si así sucede, es un caso hermoso.
Yo ya siento esta plantita en mí. Quiero que crezca y se convierta en un gran árbol, más sublime aún que los sentimientos, pues, haya subidas o bajadas, el amor queda.
No es una utopía para quienes creemos en el amor.
1 comentario:
Claro que no es una utopía!
saludos
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