14 ene 2011

De camino a Asakusa


 El domingo 26 de diciembre amanecimos en un cuarto de tamaño, bueno, decente.
Satomi y Minori compartieron el cuarto con nosotros, de modo que pudimos prepararnos juntos para el largo día.

 Este es mi snack antes del desayuno. ¿Gustan?

 Es un panecito que compré el día anterior en la tienda Muji de Akihabara. Es suave y esponjoso y el sabor es delicado, no empalagoso. Es verde porque, bueno, es sabor té verde.


Nunca usé la yukata que el hotel te presta a modo de bata de baño / pijama... principalmente porque hacía mucho frío para usar una.  Una yukata es la versión de verano de un kimono, y puede ser usado por hombres o por mujeres; su nombre significa, literalmente, "ropa de baño".


 Los calcetines con deditos fueron regalo de Satomi y Minori para Hiroko.


 Mientras las muchachas se arreglaban, decidí tomar unas cuantas fotos del hotel. 
Tiene unos seis pisos, aparentemente todos similares. Nuestro cuarto estaba en la esquina atrás mía; a mano izquierda, en esta foto, están los lavabos y, más allá, las regaderas.


Salida de emergencia.



Junto a los elevadores, si olvidaste algún artículo de aseo personal, están las omnipresentes máquinas vendedoras.

Cuando estuvimos listos, a desayunar.


Bonito arte en una alcantarilla.


 Es domingo; las calles están desiertas.


 En algunas calles no se permite fumar. No obstante las restricciones, Japón tiene un alto número de fumadores.


 Afuera de un bar, plantas y botellas vacías de sake.



 Repetimos el desayuno en Yoshinoya.


 Mi desayuno de hoy es diferente, pero sigue conteniendo té verde y sopa de miso.




En mi tazón de arroz: fideos, tofu, ajonjolí y algo de jengibre.

El restaurante está junto a una de las entradas de la estación del metro, así que no caminamos mucho en el frío matinal.



 El andén de la línea Hanzomon recuerda que Jimbocho es célebre por sus libros.



 Este anuncio, al parecer, es sobre una nueva novela corta. 


 Nos bajamos en la estación Mitsukoshimae para transbordar. El trecho entre ambos andenes es largo, pero Satomi y Minori nos quieren mostrar algo muy particular aquí.



 En exhibición en la pared del pasillo, un par de mapas: esta zona de Tokyo justo antes de terminar la 2a. Guerra Mundial...


 ...y la misma zona, en 2006.


Los mapas, así como este cartel, son de Mitsukoshi, una tienda departamental que tiene su matriz aquí.


 Y es a esta tienda en donde entramos.

Mitsukoshi no es cualquier tienda. Fue fundada en 1673; en ese entonces se vendía casa por casa. A partir de esta empresa se forjó el actual Grupo Mitsui, que incluye bancos y muchos otros negocios, y a partir del cual se han formado otros conglomerados como Toshiba y Toyota.


 Estamos en el sótano de la tienda. Los varios pisos superiores son para ropa y otras mercancías que uno se encontraría en cualquier tienda departamental o de prestigio. El sótano, sin embargo, está dedicado a la comida. Esta estructura es similar a la de algunas tiendas El Corte Inglés en España, por ejemplo.


Las islas son, en su mayoría, dedicadas a una marca; los empleados en cada isla son representantes de la misma y, por tanto, compiten entre sí. Así que por los pasillos, además del constante tráfico de los clientes, abundan los empleados llamando a la compra. Hay todo tipo de mercancías aquí.


 Salimos por otro lado de la tienda, donde tienen este bonito... um... ¿semi-bonsai?




 Continuamos por el pasillo del metro, donde hay múltiples exhibiciones. Esta es de carteles japoneses de principios del siglo XX.




Al final hemos llegado al andén de la línea Ginza. La partícula "mae" es común en los nombres de estaciones y significa "enfrente de"... así que esta es "la estación que está enfrente de Mitsukoshi", literalmente.



 Anuncio de la cerveza Kirin; abajo, el esquema de la línea donde vamos. La posición actual del tren se muestra con leds.


Este tren estaba decorado con personajes de un nuevo juego para el PS3.



Hemos bajado en la estación Asakusa. Incluso el interior de la estación semeja una construcción tradicional japonesa, con páneles de madera.



 El cartel muestra algo de la historia de este sector de la ciudad.


 Este mural es conmemorativo de los festejos realizados en el templo, los festivales e incluso el metro mismo. Esta foto nos lat tomó una señorita que se ofreció a ello, y que aparentemente fungía como voluntaria para ayudar al turismo extranjero.


 Alguna de las exhibiciones dentro de la estación. Esto es un "templo portátil" como el que se utiliza en los festivales para acarrear a algún kami.


 Justo al salir de la estación, nos encontramos con un ambiente diferente al del día anterior. Es el primer encuentro con el Japón tradicional. Podría decirse que esta zona se asemeja al centro de alguna ciudad mexicana, pero eso sí, limpio y seguro.


 Calle comercial.


Venta de dulces.


 Una caseta de policía; nótese, en el letrero amarillo, a la mascota de la Policía de Tokyo. Todas las policías de Japón tienen alguna mascota. La policía es responsabilidad de las prefecturas (estados), no de las ciudades (municipios).


 Frente a la puerta principal que conduce al templo. Este lugar (con su lamparota) aparece continuamente en portadas de publicaciones que hablan sobre Japón.


Así las cosas, y con este gentío, nos adentramos en la calle peatonal que conduce al templo.

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