7 oct 2005

Le debo una a Inés-chan. No solo por el placer de pasar la tarde en su compañía. (Inés: no sé si te lo he dicho antes, pero tu mera compañía es un placer para mí. So there. ^_^) Sino también porque entre Mr. Baka-Neko y ella, me han ayudado a decidirme por un estilo para mi futura oficina.

La cosa fue como sigue. Por quinto día consecutivo, Gustavo, nuestro instructor costarricense en el CETEA, fue agasajado con una comida: esta vez fueron mariscos. Yo ya había invitado a Inés-chan y como su antojo también fuera de mariscos, allá fuimos... de hecho le dimos raite a Gus. En el camino dejamos mi carro en casa de ella, de modo que sus cualidades-de-horno-de-microondas no tuvieran que ser inútilmente soportadas, y de pasada recogimos al Franky-Neko. En el restaurante estuvimos junto con Iveth, Karla, Charly y Chuy.

Un coctel de camarones después, nos dirigimos a la casa de ustedes, donde se localiza la futura oficina. Todo iba muy bien hasta que, justo antes de llegar, formulo la inocente pregunta:
- ...¿no ibas a pagar hoy la colegiatura de tu hermano?
- ¡A la madre! ¿Qué horas son? ¿A qué horas cierran el Banamex?

Ya en mi casa, eran las 4:15. El Banamex lo cierran a las 5:00. Una travesía de vuelta chez Inés para tomar el recibo y otra hacia el banco más cercano fueron suficientes para admirar el arte pictórico de los hermanos, pero no lo fueron para pagar el recibo. De modo que... back chez sgenius. (Debí recordártelo antes. Gomen nasai =S)

Y ahora sí, a llegar al departamento, a sacar el catálogo de la Ikea para referencia, a ver las dimensiones del cuarto con sus paredes de yeso lijadas, cosa que a mis acompañantes y asesores les produjo alergia (Gomen nasai again). Ante el debate, la iniciativa de mi amiga: vayamos de una vez al Home Depot a comprar la pintura que mañana, Dios mediante, será aplicada. Y allá fuimos.

So it was all happy happy joy joy; me decidí por dos azules metálicos tenues. Estábamos ya esperando a que nos entregaran la pintura cuando mi amiga de rizado cabello pregunta:
- Fer, ¿qué horas son?
- Son... las 6:30.
- ¡A LA MADRE! ¡Tenía que pasar por Gustavo a las 6:30! ¡Y me estarán esperando en casa con los boletos! [Para ir a ver Godspell a las 7:30.]
- ¡Lo siento mucho, compañera! Qué pena...
- No, no hay bronca; simplemente se nos pasó el tiempo...

De modo que nos apresuramos a conseguir lo que me faltaba en la tienda, a pagar... por cierto, con las prisas se nos olvidó pagar un paquete de cemento para loseta (gomen nasai Home Depot). La compañera hizo lo posible para llegar a su casa lo antes posible; mientras tanto, arregló para que Mario, su amigo con los boletos, pasara por nuestro instructor. Cuando llegamos chez Inés, ellos ya nos esperaban. (Gomen nasai, caballeros.) Allí cargué mi material y me fui en mi carrito, que ya me reclama gasolina y aceite (gomen nasaiiiiiiiii...)

Resultado: mucha necesidad de pedir disculpas. Pero también tener el material listo para ser usado mañana sábado por el confiable Omar y su achichincle, no tener que manejar en casi toda la travesía, y lo más importante: un buen rato disfrutando del placer de la compañía de Inés-chan y su hermano Frank (quien ha quedado confirmado en su furuba-nombre: baka neko!).

Pensándolo bien, le debo una a mucha gente... y a Inés, varias ^_^.

(Gomen nasai si este post fue aterradoramente largo. La concisión es algo binario en mí: o soy muy conciso, o no lo soy nada. )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sea barbaro companiero! dejo mi carro abierto despues de llevarse su material :S

sgenius dijo...

:|

GOMEN NASAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII... :'(

qué pena, compañera... estaba yo seguro de lo contrario... sorry, sorry, sorry!