23 ago 2007

gaah.

Creo que ando peleado conmigo mismo.

No estoy conforme con nada. Las alegrías me duran poco.

Si se supone que tengo la fuente de felicidad en mí, ¿por qué me deprimo?

Y lo peor es que no sé ni por qué me deprimo. No sé siquiera si estoy deprimido o no.

Solo sé que siento como si me estuviera yendo del nabo.

Aunque en realidad no sea así.

Quisiera no estar peleado conmigo mismo.

Pero no sé ni por qué lo estoy. Así que no sé cómo reconciliarme.

El otro día me fui a confesar. Iba con una amiga. Mi amiga iba con su novio.

Decidieron no esperarme y mejor, porque quería estar solo. Agarré el carro y di una pequeña vuelta por la ciudad.

Fui solo. O más bien, fui conmigo mismo.

Pero no pude saber por qué estoy peleado.

A lo mejor es que hay mucho ruido en mi cabeza. Muchos distractores.

El trabajo es un distractor, y dentro del trabajo mismo hay distractores que me impiden trabajar.

En el descanso, el trabajo me distrae - y el recreo mismo me impide descansar.

No tengo ganas de ir con mis amigos. Tengo un par de salidas y no quiero ir. Pero tampoco quiero llegar a mi casa. Quisiera llegar y estar solo, solo...

Duermo, sí, pero no duermo en las horas que quisiera - ¿por qué me programo para ocho - bueno, siete -- bueno, seis horas, y termino durmiendo menos aún?

Pues no sé. Solo sé que no soy perfecto, que siempre la riego y que me va del nabo.

Aunque lo último que dije no sea cierto.

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