Enfrente de la catedral (y junto al hotel) había una panadería que a Hiroko le gusta.
La consistencia del pan blanco es diferente en Japón, más suave y delicado.
Esta área del centro de Kyoto es una "zona pública de no fumar". Varias ciudades de Japón han implementado esto (el año pasado lo veíamos en Tokyo). Hay algunos puntos dentro del área restringida que son "áreas de fumar".
Nuestro hotel...
En el lobby estaba este display de año nuevo.
Nos vimos con Satomi y Minori para caminar a nuestro primer objetivo del día.
Esto implicó caminar, una vez más, por entre las calles comerciales que flanquean a la avenida Kawaramachi.
Las kissaten (cafeterías) ya a esta hora tienen fila para entrar.
La entrda a un templo está empotrada entre las tiendas.
El mismo local de tés, hoy cerrado...
... así que, a través de la puerta, pude hacer este close-up de solo una parte de la selección de tés de hoja suelta que ofrecen, sin temor a un "¡irasshaimaseee!".
Encontramos de nuevo este templo chiquito, el que quedó atrapado entre las tiendas, a pesar de ser más antiguo que ellas. Esta vez decidimos entrar.
No obstante ser muy chiquito, tiene todas las características de un templo budista.
Las lámparas tienen los nombres de personas o empresas que han patrocinado al templo.
Las lonas de arriba son las que cubren a la calle comercial; nótese cómo son independientes del templo en sí.
No entiendo bien aún esto de las esculturas con mandilitos...
Estas placas son en donde se escriben deseos que se solicitan a los kami (dioses) o a los buddha que se adoran ahí.
Cada templo vende diferentes motivos de placas, muchas veces relacionadas con el tema del templo o con una solicitud en prticular.
Jalando la cuerda multicolor se toca la campana (más bien como un gran cencerro) para llamar la atención del espíritu que se encuentra adentro del santuario del templo.
Tras tocar la campana y/o dar un par de palmadas, se hace la oración.
Algunas de las estatuas de budas son tocadas por los fieles en diferentes lugares, con diversos efectos; por ejemplo, con algunas, se dice que tocándolas en los lugares donde tienes alguna dolencia, recibirás alivio.
Cajita de las donaciones. Es tradicional echar monedas de 5 yenes o de 50 yenes, pues el número 5 es simbólico.
El interior del santuario, al que solo los monjes pueden entrar.
Tocando la cabeza de esta estatua, se supone, trae inteligencia.
Librito de las solicitudes.
Salimos del templo tras de un ratito y seguimos caminando.
Esta hermosa rosa de los vientos se encontraba en la intersección de dos calles comerciales.
Entrada a la calle comercial Teramachi ("calle del templo" o algo así). No obstante que es la mañana de un día festivo y las calles están generalmente adormiladas, noten la fila de gente a la izquierda...
...esperando a comprar en una carnicería. "Probablemente comer carne es algo tradicional en Año Nuevo en Kyoto", decía Hiroko.
Miren esto... "Churro Star".
Paquetes de churros. YUM. ¿Por qué esto no existe en México? Alguien que me lo explique, por favor.
Esta vez no tuvimos oportunidad de ir a Tully's.
Entre tantas tiendas, ésta vendía ropa juvenil. Sorpresivo fue encontrar la imagen de la Virgen de Guadalupe. Supongo que los japoneses lo ven como "algo exótico".
Otra tienda de ropa en la que de hecho las muchachas compraron cosas.
Una camioneta pasa de repente, recordándonos que, de hecho, esta es *una calle*. Resultó ser del eficiente servicio postal nipón, probablemente repartiendo felicitacioens por el año nuevo.
Por fuera de un arcade, estaba esta máquina. Miren, K-On!
Y también bolitas con ese smiley tan característico de 2ch.
Una sucursal de Daiso, la cadena de tiendas de un solo precio predominante en Japón. Recientemente, Casa Ley firmó un acuerdo con Daiso para traer sus productos a México.
Llegamos a otro templo, éste un tanto más grande.
La calle comercial ("Teramachi") termina donde el templo comienza (puerta).
Tocar al toro traería suerte.
En este templo había maquinitas mecánicas como estas, que asemejaban dragones danzantes que sacaban tu fortuna.
A un costado del edificio principal había una serie de pequeñas pagodas.
Grullas de papel. Se dice que si uno hace más de mil, los deseos serán cumplidos. Estos estaban ofrecidos a los kami, aparentemente.
El dragón en la fuente de purificación, bastante bonito.
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En el próximo post: ahora sí, de veras, la calle de las comidas.
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