Kyoto. Un desayuno tradicional.

En el hotel tuvimos la oportunidad de comenzar el día con un delicioso desayuno buffet japonés, con la vista de la avenida a nuestros pies y la Catedral de Kyoto coincidentemente frente a nosotros. Los dejo con las imágenes.

 

Algo de yogurt y frutas.

 

Allá el pan tiene una consistencia más suave, más delicada..

 

Después nos vimos con Satomi y Minori, quienes recibieron regalitos.

Gracias a sus gorros coloridos, no las perdimos de vista en todo el día.

 

Camisetas de Ricky Martin  para las latinófilas.

 

Lobby.

 

De salida.

 

Hoy iremos al norte, a un parque de diversiones. Las muchachas ya tienen todo planeado; uno nomás se deja llevar. Aquí consultan la tabla de horarios de los camiones.

 

 Caminamos media cuadra hacia el norte; la parada de autobús queda frente al ayuntamiento de Kyoto, que se muestra aquí.

 

 

Ya en el camión, old school la cosa, pero siempre funcional. Vacío, además. 

 

Un diagrama comprensivo de las rutas de camiones.

 

El camión nos deja aquí, en un punto sin mucho chiste en el noroeste de la ciudad.

 

Un templito...

 

...y enfrente una tienda de conveniencia. Aquí entramos para comprar los boletos para el parque.

 

Esta máquina se encuentra en todos los Lawson y te sirve igual para comprar boletos de eventos, de autobús o tren foráneo, para pagar servicios...

 

Comida caliente. Distinguir su naturaleza queda como un ejercicio para el lector.

 

Desde hace algunos meses, las tiendas Lawson están sacando artículos promocionales de K-On. Aquí algunos chicles.

 

Variedad de revistas.

 

Hiroko escoge alguna bebida caliente. Estamos matando el tiempo en lo que abren el parque.

 

Esto es lo que escogió ella: un té con leche.

 

Para mí, una bebida con vitamina C.

 

La entrada al parque, a tan solo una cuadra.

En el próximo post: ahora sí, el parque de diversiones Eigamura.